La venta de platos preparados ha crecido un 48% en sólo dos años. Ya mueve 1.200 millones al año y transforma el día a día de miles de negocios pequeños, al abrir nuevas oportunidades para autónomos y comercios de proximidad.
El consumo de platos preparados ha crecido un 48% en sólo dos años, según datos del último informe de Kantar. El cambio de hábitos en los hogares está generando nuevas oportunidades para los pequeños negocios del sector alimentario.
Y es que cada vez más consumidores optan por productos listos para comer, lo que ha obligado a grandes cadenas, tiendas de proximidad y productores locales a adaptar su oferta. El fenómeno ya mueve más de 1.200 millones de euros anuales en ventas dentro del canal de gran consumo, con ocho millones de compradores habituales.
Ya han empezado a ver posibilidades a este mercado carnicerías, fruterías y negocios de barrio
Se trata de un segmento en plena expansión que además de afectar al comportamiento del consumidor, lo hace también a la forma en la que los negocios se relacionan con la alimentación en los hogares. Entre los principales motivos del auge están la falta de tiempo, la incorporación de nuevos perfiles familiares más individualizados y el aumento de opciones saludables y variadas dentro de la categoría.
Las grandes cadenas ya han reforzado su sección de platos preparados. Pero más allá de los gigantes de la distribución, también han empezado a posicionarse en este mercado carnicerías, fruterías y negocios de barro, que ven una oportunidad en el producto listo para consumir.
Para los autónomos del sector alimentario, esta tendencia abre la puerta a modelos de negocio hasta ahora poco explorados. Desde la elaboración artesanal en cocinas habilitadas, hasta acuerdos con comercios para venta bajo marca blanca, las posibilidades se multiplican.
En el canal de venta directa, algunos profesionales están recurriendo al reparto a domicilio o al canal online para captar clientes que buscan soluciones prácticas, pero de calidad.
Hay casos de cocineros que han abandonado el restaurante tradicional para centrarse en menús por encargo, con entrega semanal o diaria.
El modelo de suscripción a comida preparada también está ganando tracción entre los consumidores urbanos. Algunas plataformas permiten personalizar menús semanales, una fórmula que puede replicarse a pequeña escala con una cartera de clientes fija.
Algunos bares y restaurantes de barrio están explorando la venta de sus propios platos
A nivel logístico, el principal reto es el envasado y la conservación. Los platos refrigerados tienen una vida útil limitada, lo que obliga a una producción constante y un sistema de distribución eficaz.
Fuente: Autónomos y Emprendedores